De corazón, gracias...

Siento una enorme necesidad de agradecer a las personas que están a mi lado desde el mismo momento en que nuestro hijo se marchó. En primer lugar, quiero darle mil gracias a mi marido por estar siempre ahí, a mi lado, por sus palabras bonitas, por sus abrazos, por sus silencios, por dejarme llorar. Desde el primer día ha sido un apoyo incondicional, ha sacado fuerzas de donde no las tenía para que yo no me hundiera y pudiera salir adelante; su esfuerzo ha valido mucho la pena porque ahora más que nunca me siento mucho más unida a él y nuestro amor cada día es más fuerte. Gracias mi vida.

En segundo lugar a mis padres, por ser tan y tan fuertes y estar tan enteros siempre, aunque yo sé que la procesión va por dentro. A ti mama, porque eres la persona más valiente que conozco y gracias a eso sigo adelante, por transmitirme tanta tranquilidad y seguridad. A ti papa, por tus maravillosas explicaciones de la vida y de la muerte, por hacer que todos perdamos un poquito más el miedo a lo desconocido. Gracias por estar a nuestro lado. Gracias a los dos por formar parte de mi.

Y por último, a los incondicionables amigos, a los que han llorado con nosotros, a los que nos han acompañado en silencio largas noches en el hospital, a los que nos siguen acompañando de la mano en nuestro renacer.

Mi más sincero agradecimiento a todos vosotros porque sin vuestro apoyo este largo y duro camino hubiera sido mucho más difícil de recorrer.