miércoles, 16 de febrero de 2011

Nuestros hijos

Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.

No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen
sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos
pero no sus almas
porque ellos viven
en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no se detiene ni retrocede en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.

Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.

Khalil Gibran

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